ESPANTANDO TURISTAS ¡Increíble!

Este caso se repite en toda la provincia,desde su ingreso,en cada puesto policial donde la dan información errónea.faltan carteles indicadores y las "oficinas" de informe abren tarde o están cerradas.

GNC en La Toma

Una estación de ¿servicios? para correr a los turistas

San Luis (Pelr) 23-01-07. Quienes nos movilizamos diariamente propulsados por GNC celebramos la instalación de una estación de ese combustible en un lugar estratégico como La Toma, casi equidistante entre San Luis y Río Cuarto por esa ruta. Pero la experiencia vivida el domingo último -que se repite aparentemente en forma diaria- hace repensar qué tipo de servicios ofrecemos a los turistas y también a nuestros cotidianos vecinos y si ellos sirven para atraerlos o para auyentarlos.
Domingo 21 horas, restaban poco menos de 60 minutos para llegar a destino de no mediar la falta de combustible, trámite que en cualquier estación del país puede insumir unos cinco, diez o a lo sumo quince minutos.
Dieciocho autos preparados para la carga en doble fila, de acuerdo a la cantidad de bocas de expendio, presagiaban que la espera podía extenderse un poco más, pero no tanto.
La primera media hora uno la pierde esperanzado de que la cosa será algo más rápida, las restantes en honor a aquella primera media hora que si uno hubiese sabido que se transformarían en dos horas, hubiese huido despavorido.
El equipo con que fue habilitado (¿quien permite habilitar con estos equipos?) la estación de GNC de La Toma solo permite la carga de un automóvil por vez, porque sino se cae la presión y ninguno de los dos recibe el combustible requerido, aunque los dos surtidores hablan de que el sistema está pensado para esa alternativa. Pero no es así.
Aunque la cosa no termina allí, ya que -según las explicaciones dadas por las personas que atienden el expendio- el compresor va llenando un sistema de tubos que a su vez lo van expulsando para llenar los tanques de los vehículos. Es algo así como ir soplando un globo. Al menos tres veces tiene que exhalar para completar la carga de un auto convecional. Proceso lento si los hay.
La espera se hace eterna, parecía una exageración la de una familia que viajaba en una rural R12 que sacó el mate, los sandwichs y aprovechó la espera para una improvisada cena. Fueron los únicos inteligentes, porque el resto de los mortales que compartimos el plantón, movilizamos nuestros jugos gástricos al divino botón, ya que no había siquiera un "sanguchito" para comprar en el lugar.
Llevar una persona con su motricidad afectada y movilizandose en silla de ruedas, otro suplicio, ya que la escalinata a sortear entre la playa y la vereda donde se encuentra el baño, se parece bastante al monte Everest y doblar en tan pequeña superficie para entrar al lugar, sin depeñarse, toda una aventura. Los sanitarios muy limpitos, pero ninguno preparado para recibir a un discapacitado motriz. Nuevamente la pregunta ¿quien habilita estos establecimientos? porque existe una ley que "protege" a los discapacitados, ¿quien la hace cumplir, si es que algo habla de los lugares preparados para ellos?
Una recomendación para quienes, como el que escribe esta nota, utilizan la ruta San Luis - Rio Cuarto por La Punilla (otra vergüenza aparte su estación de peaje y el camino alternativo): viajen a 60 km por hora, disfruten el paisaje, llegarán seguros, evitaran accidentes, le alcanzará el combustible entre los dos puntos y se ahorrarán el mal rato. Porque si paran allí, corren el riesgo de cometer una locura y demorarán el doble o el triple de lo que tenían previsto.
A las 23:07 pudimos salir del lugar, tras 127 minutos de permanencia. Quedaban 24 autos haciendo cola. El último, si tenía paciencia, se iría de allí a las dos de la mañana.

Informe: Gustavo Senngustavosenn@argentina.com
Fuente periodistasenlared.com.ar