en Web en Blog

31.1.07

Para no transformarnos en súbditos y ser Ciudadanos


Cuidando la salud del “sistema”

DE DICTADORES Y SIERVOS
“Resolveos a no ser esclavos y seréis libres. No se necesita para esto pulverizar el ídolo, será suficiente no querer adorarlo; el coloso se desploma y queda hecho pedazos por su propio peso, cuando la base en que se sostenía llega a faltarle”.

Se distinguen tras clases de tiranos: los que adquieren el poder por elección popular (muy común en las últimas décadas) los que llegan por la fuerza de las armas y los que lo hacen por sucesión hereditaria.
Sigue abajo en comentarios ,cliquee en coment

4 comentarios:

Anónimo dijo...

DE DICTADORES Y SIERVOS

El hombre pasa su vida tratando de construir su autonomía o preservarla si ya la tiene. Es un atavismo animal que comparten todos los seres vivos.
Sin embargo, circunstancias de la vida lo llevan a someterse a una tiranía.
Es una fatalidad vivir sujeto a un dueño, porque en esa relación la única garantía es su capricho. Antes de entrar en ese terreno, deberíamos decidir si pretendemos vivir en una monarquía o en una república. Siempre recordando que no hay cosa pública en un gobierno que depende de una sola y absoluta voluntad.
Cuando un pueblo tiene la dicha de poseer un gran hombre que se ha distinguido por su previsión en conservarlo, su intrepidez para defenderlo y su sabiduría para gobernarlo, no debe (por prudencia) lanzarse a su obediencia o entregarse ciegamente a su dominio.
Si lo hace, lo está quitando de un lugar donde brillaba por sus virtudes y poniéndolo en otro donde sin dudas obrará mal.
¿Es grave esto? Quizás no tanto si se tiene en cuenta que el tirano puede ser destruido fácilmente por si mismo, sin necesidad de combate ni defensa, con que solo su pueblo no consintiera en sufrir su yugo. No hace falta quitarle nada, solo hay que dejar de darle.
Los pueblos deben atribuirse a si mismos la culpa si sufren el dominio de un tirano. Es el pueblo quien se esclaviza y suicida cuando, pudiendo escoger entre la servidumbre y la libertad, prefiere abandonar los derechos que recibió de la naturaleza para cargar con un yugo que causa su daño y le embrutece.
“Resolveos a no ser esclavos y seréis libres. No se necesita para esto pulverizar el ídolo, será suficiente no querer adorarlo; el coloso se desploma y queda hecho pedazos por su propio peso, cuando la base en que se sostenía llega a faltarle”. Esto lo decía Etienne de la Boètie, filósofo y escritor francés (1530 – 1553).
Se distinguen tras clases de tiranos: los que adquieren el poder por elección popular (muy común en las últimas décadas) los que llegan por la fuerza de las armas y los que lo hacen por sucesión hereditaria.
Ambos tres tienen un comportamiento distinto respecto del pueblo. Los elegidos tratan a la gente como a toros que deben domarse; los conquistadores disponen del ciudadano como si fuera una presa que les pertenece; los herederos los convierten en esclavos naturales. Pero en todos los casos, la violencia y el engaño son los métodos más comunes para entronizar la esclavitud.
Apenas puede creerse la facilidad con que el vasallo olvida el don de la libertad.
Luego de haberla perdido, sufre una especie de apatía para recobrarla y, pasado algún tiempo, se sujeta naturalmente a su esclavitud. Es como si en vez de haber perdido su libertad, hubiera ganado su esclavitud.
Es cierto que las primeras víctimas del despotismo lo sufren con violencia; pero los que nacen después de ellas, como no han disfrutado de la libertad, ni saben en qué consiste, sirven sin repugnancia y hacen de buena gana lo que sus antecesores sólo hicieron a la fuerza.
Hay no obstante algunas almas, bien que pocas, más privilegiadas que las otras, que notan el peso del yugo y procuran sacudirlo.
Pueden más los libros y la instrucción que cualquier otra cosa para fomentar entre los hombres el sentido de reconocerse y el odio a la tiranía.
Por esto los tiranos no permiten en sus estados otros sabios mas que aquellos que pueden lisonjear su despotismo.
Es por eso que resulta repugnante en una república escuchar las loas y agradecimientos a los gobernantes.
¡Imbéciles! Bajo esa farsa de generosidad el pueblo solo recobra una parte de lo suyo que el tirano no se lo hubiera podido dar si antes no se lo hubiera usurpado.
No son menos perjudiciales hoy en día los que cometen toda clase de daños a la sombra de las frases lisonjeras de bien común y felicidad pública, halagando con ello al pueblo. A esto se llamaría engañar con finura, si pudiera haberla en donde domina el descaro.
Recomiendo la lectura del Discurso de la Servidumbre Voluntaria, del autor mencionado más arriba.
Virgilio Sánchez – 26 de noviembre de 2006 – vjs912@gmail.com

CONTROL POPULAR ARGENTINO dijo...

Invitamos a nuestros lectores a enviarnos sus comentarios sobre temas de actualidad ,históricos y de interés general.

CONTROL POPULAR ARGENTINO dijo...

La foto muestra al periodista Alejandro Rodriguez que acompañaba al Premio Nobel Perez Esquivel herido por una patota en una manifestación frente a la Casa de Gobierno.Los culpables perfectamente identificados están impunes.
Así se construye, como un edificio,ladrillo por ladrillo,LA IMPUNIDAD que hoy "gozamos"

Anónimo dijo...

Una reflexión:

San Luis se encuentra en un estado de crisis sin igual, es de público conocimiento que el Estado Provincial no tiene política de estado menos con respecto a seguridad, sea esta policial, vial, etc.
Vemos a diario que las inversiones en estos temas son escasas, solamente se le da prioridad al negociado y al clientelismo. Prueba de ello es la tecnología que nadie sabe usar, encargada en manos inexpertas y que al poquito tiempo se rompe; el Programa de protectores comunitarios ( muchos con antecedentes penales) y si a eso le sumamos sueldos magros para policías que no están capacitados, cánones para el comercio ilegal, (prostitucion, drogas, combustibles, casinos, etc, etc.) el caso se agrava más.
Mueren mensualmente muchas personas victimas de un contrato social que esta quebrado.
Cuando el hombre decidió vivir en sociedad realizo un contrato social por el cual decidió delegar hacia un todo superior (estado, gobierno, autoridad, etc. como se le quiera llamar) sus potestades o derechos (no todos) este “ente” superior se obligaba a garantizar su vida, su integridad física, su propiedad etc.
En el actual estado de caos el Sanluiseño se encuentre nuevamente en situación de peligro y desprotección, es decir nuevamente ha vuelto al estado salvaje en que se encontraban sus antecesores.
Nadie le brinda justicia, lo que queda de ella es lenta, esta corrupta y para el ciudadano común es de imposible acceso. Solo queda de ella friós edificios y funcionarios judiciales que se encuentran muy cómodos cumpliendo el horario de trabajo y no con el trabajo, “trabajo” por el cual el pueblo se encarga de pagarle una retribución.
Los ciudadanos paulatinamente se están dando cuenta que el gobierno no cumple con sus obligaciones primarias (seguridad, justicia, educación, salud, etc.) asumidas en el contrato social y empezará en poco tiempo (Dios quiera) a tomar cartas en el asunto; no lo va a hacer por medio del voto, esto ya esta arreglado; prueba de ello son los últimos años donde nos han sucedido tiranos, déspotas, dictadores, etc. algunos de ello elegidos por el voto popular. La violencia se hace y se hará sentir, el ciudadano tiene miedo y deberá defender sus derechos por medio de ella, su propia fuerza defenderá su vida, su propiedad, sus bienes mas preciados y con esto se cumple lo que hace ya muchos años sostenía Rivera Indarte “CUANDO NOS QUEDAMOS HUÉRFANOS DE JUSTICIA EL ÚNICO REMEDIO QUE NOS QUEDA ES LA VIOLENCIA”.

Ciarlanttini Jorge Omar

;