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20.6.07

¡Los Locos Sueltos son Peligrosos?

Gentileza de http://www.periodistasenlared.com.ar/

La docente asesinada había pedido auxilio al psiquiátrico

SOS no escuchado ¿Qué dirá ahora Pellegrini?

San Luis (Pelr) 20-06-07. Gabriela Baigorria, hija de la docente asesinada aparentemente por su hijo, en una entrevista exclusiva con Periodistas en la red, cuestionó fuertemente la metodología del Hospital Psiquiátrico que dirige el Dr. Jorge Pellegrini, ya que su madre había recurrido al centro asistencial preocupada por la salud mental de su hijo y allí minimizaron su patología y consideraron que no era necesario internarlo. Las consecuencias están a la vista.

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El camino es la Justicia yno perder el tiempo con la burocracia

Para locos y peligrosos:
¿medida de seguridad o pena?

En un fallo dividido, la Cámara de Casación bonaerense rechazó un planteo de inconstitucionalidad contra las medidas dispuestas por el inc. 1º del art. 34 del C.P. La acción había sido iniciada a favor de un hombre que fue absuelto por un tribunal oral, pero continuó recluido en el Neurosiquiátrico de Melchor Romero para cumplir un tratamiento psiquiátrico. Además, los jueces dijeron que la medida de seguridad curativa "no debe guardar proporción con la infracción cometida, sino con la peligrosidad del sujeto".


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1 comentario:

Anónimo dijo...

Gabriela Alejandra Baigorria, hija de Alba Ramírez, la docente brutalmente asesinada (aparentemente por su hijo Cristian Baigorria) el sábado 9 pasado, aseguró que en vida “mi mamá me contó que trasladó a una doctora (del Hospital de Salud Mental que dirige Jorge Luis Pellegrini, para que intentaran internar a Cristian), que iba fumando en el auto y que eso le molestó bastante y que trasladó a otras mujeres (también del Hospital de Salud Mental) y trasladó a un señor que lo provocó para ver si era violento, pero (mi hermano) fue tan astuto que no demostró nada y le dijeron ‘señora, si él no acepta el tratamiento, no lo vamos a poder llevar’ y recuerdo que le recomendaban que le quitara los víveres para que de esa manera aflojara y se hiciera tratar”.
Esto demuestra que si el Hospital de Salud Mental se dedicara a trabajar y no a hacer los experimentos que Pellegrini realiza, experimentos que fracasaron en el sur argentino de donde tuvo que salir raudamente y fue así como llegó a nuestra provincia y encontró el caldo de cultivo en nuestros gobernantes para seguir experimentando algo que la realidad demuestra no es lo mejor, pues desde que se instauró su sistema de externación han muerto muchos ex internos y ahora tenemos esta historia que, de haberse escuchado el clamor de esta madre, tal vez hoy estaría viva, pero habría más casos similares.
En la misma entrevista, el hermano de Gabriela, Gustavo y su novia María Verónica Torres, confirmaron los dichos de Gabriela y también señalaron que hablando con anterioridad al asesinato de la docente, pusieron en conocimiento de la policía la actitud violenta de Cristian, y que los mismos policías que los atendieron les dijeron, en varias oportunidades, que casos como este había muchos, pero que nadie ligado a Salud Mental los atendía “y tienen que ser sus familiares quienes convivan con estos dramas”.
Sobre los hechos
Gustavo expresó que “Cristian tenía un auto, un (Ford) Falcon muy deteriorado, que estaba parado frente a la casa de él, que se lo había regalado mi mamá”, pero ante el deterioro del vehículo “mi mamá se lo lleva a la casa de ella, para hacérselo arreglar y cuando se encontrara un poco mejor de trabajo, dárselo para que tuviera para moverse”, y ante esto “mi hermano le pidió una suma de mil quinientos pesos, aproximadamente, y al no dárselos, nos hace suponer que ese fue el detonante”.
Sobre el estado mental de su hermano, afirma que está mal “mitad y mitad, porque debemos reconocer que nadie en completo uso de razón podría cometer semejante acto y mucho menos hacia su madre”, pero sostiene que “no es completamente insano, porque trabajó en la docencia, en el Plan de Inclusión Social y en una empresa de seguridad privada”, lo que lo hace pensar que no estaba tan fuera de sí, apuntando seguramente a dar por tierra la intención de la defensa de buscar su inimputabilidad.
Siempre hablando del asesinato de su madre, tanto los hermanos Baigorria como la novia de Gustavo, temen por su seguridad porque creen que Cristian pudo haber actuado con cómplices, porque “no podemos creer que él solo haya hecho lo que hizo”, afirman.
En la justicia
“Mucha indignación, mucha bronca” asegura sentir Gustavo, ante la posibilidad que la justicia acepte las nulidades presentadas por la defensa de Cristian, debido al no llamado del secretario del Juzgado Nº 3, por parte de la jueza provisoria Gregoraschuk, y con ello se caiga la causa y quede impune el asesinato de su madre, y agrega que “vamos a hacer lo humanamente posible para que no se caiga y hasta recurriremos a organismos nacionales si hace falta”, porque dice que “tanto yo, como mi hermana estamos dispuestos a seguir hasta las últimas consecuencias, para que se haga justicia y que el alma de mi vieja descanse en paz” y anticipó que se van a presentar como particular damnificado en la causa.
El Estado
Por su parte Gabriela volvió a cuestionar el rol del Estado, en particular al Hospital de Salud Mental, al señalar que “mi mamá pidió ayuda, pero (a Cristian) no se lo pudo ayudar, por ser adulto. Lo cierto es que ella pidió ayuda en diversos lugares, pero no la consiguió. Las amistades más cercanas de ella, sabían perfectamente de este problema”.
También temen por su seguridad, porque “no sé en qué momento esta persona, porque ya no lo considero mi hermano, me quite a mi hermana o a mi novia y si en el día de mañana si quiero tener una familia, se desquite con alguno de mis hijos”, y afirma algo que preocupa, porque de no actuar el sistema, se pregunta “¿Qué tengo que hacer? ¿Pegarle dos tiros en la cabeza?” y en tono totalmente afirmativo señala que “allí sí la justicia va a actuar en mi contra. Allí sí me voy a pudrir en una cárcel”. Y sigue preguntándose ¿Vamos a esperar que el gobierno nos dé otra vez la espalda?
La madre de Gustavo y Gabriela pidió ayuda a gritos en todos los ámbitos estatales, pero no fue escuchada y su drama familiar terminó con su vida. Ahora, con la pérdida irreparable de su madre, los hermanos Baigorria, siguen pidiendo a gritos que alguien se haga cargo de este drama. ¿Qué estamos esperando como sociedad? ¿Qué está esperando el Gobierno? ¿Qué está esperando la Justicia? ¿Qué dirá ahora Pellegrini? ¿Qué su experimento está creando monstruos en nuestra sociedad? No creemos que apunte a tanta sinceridad, solo pondrá excusas. Como siempre, bah.
Informe Carlos Rubén Capellacarlosrcapella@yahoo.com.ar

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