Una larga cola de dos cuadras de automotores esperaban detrás e un colectivero que estaba detenido en el medio de la calle.
Permitió que subieran los usuarios que debieron correr desde la esquina ,ignorando la cola formada en el lugar de parada.
Esta actitud displicente del chofer se repite con peligro y falta de respeto para el usuario que debe sumar la incomodidad del apiñamiento las largas demoras.-
Ni que hablar de quienes transitan a alta velocidad por las calles plagadas de charcos.
El pobre transeúnte llega a su trabajo mojado y embarrado.
Esta demostración de incultura y de cretinismo nos muestra de cuerpo entero.San Luis ya no es el pago tranquilo y de buenos amigos.
Los inspectores o policías reinan por su ausencia.-
Consejo de Prevención Vecinal
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