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10.9.07

EL RUIDO EN LOS HOSPITALES Y SANATORIOS - ¿Mala praxis e insensibilidad de los dueños?

¿San Luis otro País?

Dueños ricos sanatorios miserables

¿LA MALA CALIDAD DE LA ATENCION A LOS ENFERMOS
ES UN SINTOMA DE CARENCIA DE SENSISBILIDAD ?

UN BUEN NEGOCIO

Por ello sugirió capacitar a los profesionales que trabajan en estas unidades para reducir los

niveles de ruido y monitorear que se cumplan los estándares internacionales .-



Las generalizaciones son esencialmente injustas.Hay médicos que hacen honor a su juramento hipocrático y hasta están perdiendo su salud por haber transformado la medicina en un sacerdocio.



LATECNOLOGIA AVANZA y a HIPOCRATES SE LO OLVIDA



Antes en cada sanatorio u hospital lo primero que se encontraba era el cartel de la enfermera que nos pedía sliencio.



Ahora no los vemos ni tampoco se hace silencio.



El ruido causa grave daños a los pacientes y la falta de respeto a esta norma es un indicador más que los sanatorios son "negocios" donde muchas veces se opera lo que no está enfermo abultan facturas por servicios no cumplidos



¡Peor si el enfermo es rico!



No solo nos remerimos a los ruidos externos que son aturdidores, sino los internos,donde más parece un carnabal o un club cerrado de pelota que un nosocopio.



GOPEABAN EL TECHO DEL TERCER PISO CON UN COMBO Y UNA CIERRA



"Yo ya me quejé el dueño" ,pero tienen que terminan la obra para el lunes" respondió el Administrador de la Clínica Italia a un paciente que recienté salía de la operación.



Y lo grave que siguieron a la tarde y luego al otro día y así hasta que se fué.



Se hizo la denuncia al 0880 de la Municipalidad por ruidos molestos pero dijeron que se ocuparían en 48 horas. ¿Que la parece?



EL EFECTO DEL RUIDIO EN ANCIANOS Y RECIEN NACIDOS




Aunque los prematuros sobreviven cada vez más gracias a una mejor tecnología de las Unidades de Cuidado Intensivo Neonatal (UCIN), existe un enemigo en las sombras, que no produce dolor, es acumulativo y es irreversible: el ruido.

La alta exposición a sonidos provocados por las alarmas de los monitores, motores de incubadoras, conversaciones en voz alta del equipo de salud, sonido de teléfonos, radios, durante el día y la noche, alteran el sueño y el descanso necesario para un óptimo crecimiento y desarrollo de los pequeños.


Los resultados fueron preocupantes. Tras evaluar la UCIN durante doce horas seguidas, se comprobó que el nivel de ruido promedio fue de entre 68 a 71 decibeles (dB). Estas cifras sobrepasan con creces los niveles recomendados por la Academia Americana de Pediatría, que no superan los 45 dB en el día y los 35 dB durante la noche.

Entre los sonidos más comunes se encuentran el cierre de las ventanas de las incubadoras, que amplifican el ruido en su interior llegando incluso a los 135 dB. Le siguen el motor de la incubadora que mantiene un ruido permanentemente de entre 50 y 90 dB.




Según un especialista, la introducción de equipamiento técnico para mejorar la sobrevida en neonatos gravemente enfermos y que están hospitalizados en las UCIN, ha generado un gran impacto en la salud acústica de los menores.“Los efectos en la audición del prematuro pueden ser de lenta aparición y muchas veces pasar inadvertidos. El problema es que los neonatos menores de 1.500 gramos permanecen en estas unidades por largo tiempo, debido a sus condiciones de peso y edad gestacional, lo que los hace más susceptibles a sufrir daño”.

Advirtió que a diferencia del cuidado que se tiene para evitar el daño producido por la luz, manteniendo al niño por ejemplo con antifaz o vigilando su desarrollo retinal, la preocupación de la salud auditiva pasa casi inadvertida.

Efectos

El tema no es menor si se consideran los riesgos que puede generar la contaminación acústica en los neonatos. “La exposición a ruido ambiental en las UCIN puede ocasionar daño coclear y alterar el crecimiento y desarrollo normales, ya que las estructuras auditivas inmaduras pueden ser más susceptibles al daño por la combinación de ruido y otros factores de riesgo”, explicó.

A esto se suma el sobresalto con que reacciona un recién nacido prematuro de 28 semanas frente a un ruido molesto. “En un niño gravemente enfermo, la interrupción de los períodos de sueño supone una agresión importante ya que se ve alterado su descanso fisiológico y psicológico, con el correspondiente período de desorganización que esto conlleva, necesitando tiempo, oxígeno y calorías para recuperar su situación”, precisó la experta. Esas continuas interrupciones del descanso aumentan las pausas respiratorias, períodos de apnea, consumo de oxígeno e incrementan la presión intracraneana. “La audición y la visión son especialmente inmaduras en los prematuros. Pero si uno examina el ambiente de las UCIN, éstos son los órganos sensoriales que reciben el mayor daño, lo cual resulta totalmente inapropiado para el desarrollo, maduración del niño prematuro”.-
Por ello sugirió capacitar a los profesionales que trabajan en estas unidades para reducir los niveles de ruido y monitorear que se cumplan los estándares internacionales.-



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