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Alicia Bañuelos

No es una Improvisada en la Cibernetica
Primeros pasos de Internet en la ArgentinaHace justo 20 años un enlace satelital cedido por la estatal Entel le abrió las puertas de Internet a la comunidad científica argentina. Alicia Bañuelos, por entonces al frente de la Recyt (Red Científica y Tecnológica) de la Secretaría de Ciencia y Técnica, recuerda que “fue todo muy artesanal”, y asegura que “fuimos conscientes todo el tiempo del impacto que significaría Internet”. -

¿Participaste de la etapa fundacional de Internet en la Argentina? -

En 1987 yo dirigía el proyecto Recyt (Red Científica y Tecnológica) de la Secretaría de Ciencia y Técnica (Secyt). En aquél momento se firmó un convenio con ENTel, quien cedió un enlace satelital sin cargo de 9.600 baudios (bps) a la red ARPAC. La bajada estaba en una oficina de Naciones Unidas en Cancillería. -

¿Cuál era la finalidad de ese enlace?

-Queríamos darle correo electrónico a la comunidad académica, que era uno de los objetivos del proyecto Recyt. Con ese enlace lo único que se podía hacer era ofrecer correo electrónico, porque era muy poco ancho de banda. Pero en ese entonces la comunidad científica argentina no tenía ni e-mail ni Internet. -

¿Qué equipamiento tenían en la Secyt? -Había dos computadoras, y en Cancillería había poca gente dedicada a esto. Fue un desarrollo muy artesanal. Nos conectábamos con modems de 300 bps al principio, luego de 1200, y más tarde de 2400 bps. -

¿Quiénes fueron los primeros usuarios? -Se comenzó a distribuir direcciones de correo dentro de los institutos de Conicet. La gente de la Universidad además llamaba a Cancillería y así se fue armando Internet en la Argentina. Uno de los primeros institutos de investigación que tuvo el acceso fue el Complejo Astronómico El Leoncito (Casleo), que durante todo el año recibe solicitudes para utilizar sus telescopios y de esa manera podía planificar el año.

-¿La Secyt trabajaba en investigaciones vinculadas a Internet?

-No. El único tema era dar el servicio a la comunidad académica. Sabíamos como se usaba y necesitábamos los enlaces para distribuirlo. En esa época era difícil explicar cosas como que las direcciones llevaban una arroba.

-¿Cuál era el rol de Cancillería?

-La que tenía el acuerdo con ENTel era la Secyt, y después era todo bastante cooperativo. Cancillería tenía gente, y empezó a administrar los DNS. Conseguimos que ENTel no nos cobre, y entonces podíamos seguir desarrollando la red. Había otras posibilidades, como los protocolos FTP y Gopher, pero no se podían ofrecer porque se saturaba el enlace. Pero el correo electrónico era muy importante para al publicación científica. Los científicos empezaron a mandar sus papers y conectarse con otros científicos a través del correo electrónico. Claro que no existía la posibilidad de adjuntar archivos .doc tampoco. -

¿En esa primera etapa cuántas personas tenían correo electrónico?

-Al principio nadie, luego con el Conicet, donde los institutos compartían el correo electrónico llegamos a 100 cuentas. Fue creciendo despacio. Había conversaciones muy graciosas. En Entel me pedían que les asegurase que ningún mensaje con publicidad podía ser transferido a través de este enlace, con lo cual los científicos a los que otorgábamos direcciones tenían que firmar un documento donde se comprometían a cumplir con las “netiquettes”.

-¿Tardaron en aparecer los sitios web?

-En 1991 pasé a trabajar para el Ministerio de Economía, como directora del proyecto de informatización del organismo. Allí, en 1993 me tocó participar en el lanzamiento del primer gran sitio web de la Argentina, antes de que Entel empezara a vender acceso a las empresas. Recién ahí apareció el protocolo http que no existía hasta ese momento. Fue un proyecto en su momento muy importante, con la posibilidad de que todos los empleados tuvieran web y pudieran navegar. -Y en 1995 debutó la Internet comercial a través de Startel. -Si. Al principio no se veían entre sí todos los proveedores privados, pero finalmente la red se conformó y comenzó a edificarse lo que tenemos hoy. -

¿La Secyt tuvo algo que ver con los inicios del servicio comercial?

-Al privatizarse ENTel, la empresa compartida de Telefónica y Telecom, Startel, empieza a dar el servicio privado. Todos trabajamos en lugares distintos, gente de la RIU (Red Informática Universitaria), la Secyt, Cancillería y Startel, pero nos consultábamos y trabajábamos en equipo.

-¿Había noción en esa época del impacto tendría Internet?

-Fuimos conscientes todo el tiempo. La mayor parte de los científicos había tenido oportunidad de viajar al exterior, por lo que se sabía como trabajaba el resto de la comunidad internacional. De hecho, en la Argentina el uso de Internet empezó como en todas partes del mundo: Primero lo tuvieron los investigadores y luego fue comercial. Las empresas no estaban dispuestas a pagar un enlace porque no entendían para que podría servirles. Eso vino después. -

¿Pudo haber sido distinto el desarrollo de Internet en la Argentina? -Creo que no. Todos éramos conscientes de lo que implicaba. Cuando en Economía le planteé al entonces ministro Domingo Cavallo que no podíamos estar fuera de la red y el expliqué el impacto que tendría en el comercio internacional, puso el enlace que le pedí. -

¿Lo hizo porque te creyó o para sacarte de encima? -Creo que me creyó. De hecho fue el primer lugar en el país que tuvo ese servicio con una tecnología razonable que no fuese dial up. Los enlaces eran muy costosos. El único proveedor era Telintar, compartida por Telefónica y Telecom, y por un enlace de 64K se pagaba alrededor de US$ 10.000. También en esa época desarrollamos la aplicación Infoleg, que todavía está vigente.

-¿Podría haber sido diferente la distribución del acceso? -Había que comprender de qué se trataba. En aquella época la gente que pagara el disparate que salían los enlaces en ese momento tenía que entender cual era su uso. Y respecto del impacto social, no se si podría haber sido diferente, porque la gente tenía que entenderlo también.

-¿Cuál es tu evaluación del desarrollo actual de Internet en la Argentina? -Es un “bien” que la gente no va a perder y que va a demandar cada vez más. Ya no puede volverse atrás. Hoy las sociedades demandan este servicio. El tema es enseñarle a la gente a utilizarlo .-

Reportaje de Archivo enviado por un voluntario del Datacenter

AVISO AL LECTOR

En esta temática se han gastado más de U$A 80.000.000 y otras cifras muy importantes.Hasta ahora los resultados no condicen con el sueño,cuestión que advertimos hace un lustro.

Hoy se agranda el espectro de la Universidad de La Punta ,asociada hoy con el Poder Judicial en este fantástico emprendimiento de la "digitalización" del expedientes judicial y de toda la tramitación del Poder Judicial.

Hay fundado escepticismo de quienes conocen la modorra de la burocracia judicial,pero no por ello hay que poner piedras en el camino.

Lo que sí hay que hacer es reclamar transparencia tanto de los proyectos ,como de las inversiones.Lograr que se respete la ley de contabilidad y con cuentas clara se conservará la confianza.-

Por eso le pedimos al ciudadano de San Luis y de todo el país que participe y nos envíe su opinión sobre la cuestión.

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