

Minutos de confusión, la policía nacional, los guardaespaldas, todos armados, el jeque diciéndole a "sus chicos" que se iban del campo, el árbitro, un soviético lamado Miroslav Stupar, absolutamente acochinao en tablas, los espectadores obnubilados, los franceses más.
Al final se anuló el gol (lo nunca visto) y se acabó el partido como se pudo.
Jose Octavio (desde La Punta)
Jose Octavio (desde La Punta)
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