¿Habrá que poner la barbas en remojo?La fiscal Elizabeth Giménez criticó en un escrito la decisión de la jueza penal Carina Gregoraschuck de detener al ministro de Seguridad Guillermo López. Calificó esa medida como exagerada y señaló que la magistrada no tiene elementos de prueba suficientes para acusar a López de ser partícipe necesario de un robo calificado cometido por un preso.
ESTO SI QUE ES UNA FLAGRANTE VIOLACION DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DEL BUEN NOMBRE Y HONOR
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Revista de Derecho
RECENSIONES BIBLIOGRÁFICAS
Arturo Onfray Vivanco*
PIERO CALAMANDREI: ELOGIO DE LOS JUECES ESCRITO POR UN ABOGADO. EDICIONES JURÍDICAS EUROPAAMÉRICA,
BUENOS AIRES, 1989, 440 PÁGINAS.
Piero Calamandrei fue parte de la pléyade de procesalistas de la célebre Escuela Italiana, la que nació al
alero de Chiovenda, en 1903, con motivo de su famosa prolusión sobre la acción en el sistema de derechos.
Chiovenda y sus discípulos directos -Calamandrei, Carnelutti y Redenti- impartirían sendas cátedras de
Derecho Procesal en las principales universidades italianas. Calamandrei concluiría su carrera en Florencia,
luego de pasar por las aulas de Messina, Módena y Siena. Los tres discípulos, a su vez, fueron los principales
inspiradores del Código de Procedimiento Civil de 1940, el cual recogió las directrices fundamentales de la
Escuela de Chiovenda.
En su hermosa ciudad natal, Florencia, Calamandrei desarrolló parte significativa de su actividad académica
profesional y científica. Fue un amante de la ciudad de Dante, quizás por eso, luego de la guerra, destruidos
los puentes, salvo el Vecchio, la palabra del procesalista buscó recomponer con su revista literaria y política
Il Ponte la ciudad atacada, tal como Tadeo Gaddi reconstruyera el puente viejo en 1345.
Su obra fue rica en cantidad y calidad. Mauro Cappelletti, quien fuera uno de sus discípulos dilectos y uno de
los más destacados procesalistas de fines del siglo XX, autor del no superado Proyecto de Acceso a la
Justicia Florencia, publicó en In memoria de Piero Calamandrei su extensa bibliografía, la cual sumada a sus
dotes en el foro y su contribución a la reconstrucción política de Italia hacen, sin duda, pensar en
Calamandrei como un hombre que dejó un surco en su paso por la tierra, desmintiendo así la sentencia de
Voltaire, la cual, con dureza, señala que la plupart des hommes meurent sans avoir vecu.
Entre sus obras propiamente procesales destacan La Casación Civil, La Introducción al Estudio Sistemático
de las Providencias Cautelares y las Instituciones de Derecho Procesal Civil. Sin embargo, un lugar no menor
ocupan sus trabajos vinculados con sus inquietudes profesionales y sociales, entre ellas, sin duda,
Demasiados Abogados, La Universidad del Mañana y, por sobre todo, El Elogio de los Jueces escrito por un
Abogado, textos que sorprenden por sus agudas reflexiones, cuya actualidad aún permanece viva en los
análisis jurídicos.
El primero de tales libros -Demasiados Abogados- fue publicado al poco de cumplir Calamandrei los treinta
años. En dicha obra, el joven autor denuncia la "decadencia intelectual y moral de la abogacía italiana", lo
que, según indica, está en íntima relación con la proliferación del número de abogados en ejercicio, para lo
cual propone una disminución del número de Facultades de Derecho así como un mejoramiento en la calidad
de la enseñanza del Derecho.
La Universidad del Mañana, a su vez, publicada un lustro más tarde, profundiza en la crisis de la enseñanza
institucional del Derecho, destacando como un punto central la necesidad de superar las lecciones
catedráticas por un método socrático y, a su vez, acercar a los alumnos a la práctica de la profesión.
Concluye esta trilogía, verdadera radiografía de la actividad jurídica italiana en la Academia y el Foro, con la
publicación del Elogio de los Jueces escritos por un Abogado, unos años más tarde, en 1935, en su primera
versión, la cual se complementa con numerosos nuevos párrafos veinte años después. Sus líneas reflejan
una fe en los jueces y abogados, recuperada en una edad madura, la cual subsiste no obstante los avatares
de un tránsito histórico marcado por las directrices del gobierno fascista.
Ya en la primera imagen contenida en el Elogio de los Jueces escrito por un Abogado -el símbolo de la
balanza- indica que los derroteros del libro de Piero Calamandrei hablan de una justicia con rostro humano,
tal como cuarenta años más tarde lo reiteraría el Primer Congreso de la Asociación Internacional de Derecho
Procesal, en Gante. En su diseño destaca la inclinación, la cual privilegia la justicia representada con una
delicada rosa por sobre la ley reflejada en un libro, probablemente un código de la época.
El título de la obra, eso sí, podría llevar a alguna confusión tal como lo reconoce el propio Calamandrei al
recordar a los críticos "más benévolos" de su primera edición. Así, a Pietro Panerazi le pareció "un poco
pesado", en tanto que a Mariano D'Amelio, "un tanto subjetivo". Santiago Sentís Melendo, uno de sus
traductores, señala que acaso lo más conveniente habría sido tan solo "Jueces y Abogados", ya que "no
están, en el libro, enfrentados los unos a los otros, sino entremezclados y confundidos".
Revista de Derecho
RECENSIONES BIBLIOGRÁFICAS
Arturo Onfray Vivanco*
Revista de Derecho dijo...
Revista de Derecho
RECENSIONES BIBLIOGRÁFICAS
Arturo Onfray Vivanco*
PIERO CALAMANDREI: ELOGIO DE LOS JUECES ESCRITO POR UN ABOGADO. EDICIONES JURÍDICAS EUROPAAMÉRICA,
BUENOS AIRES, 1989, 440 PÁGINAS.
Gregoraschuk versus López
Denuncias graves que quedan en nada
San Luis (Pelr) 14-03-08. El escándalo ocurrido con la detención del ministro de Seguridad, Guillermo López, y su posterior puesta en libertad, sumado a las declaraciones posteriores del ministro, han dejado a la luz una serie de situaciones irregulares, que hasta el momento han quedado en la nada.
La decisión tomada por la jueza Carina Gregoraschuk, raya con el delito de prevaricato, según lo que dice el artículo 270 del Código Penal, que dice que "la libertad personal podrá ser restringida sólo de acuerdo con las disposiciones de éste Código y en los límites absolutamente indispensables para asegurar el descubrimiento de la verdad y la aplicación de la ley sustantiva. El arresto o la detención se ejecutará de modo que perjudique lo menos posible a la persona y reputación de los afectados", pero sin embargo hasta el momento, López ha elegido la vía mediática -y no la judicial-, para llegar a la verdad de los hechos.
En sus declaraciones, López dejó en claro que para él, Gregoraschuk dispuso su detención sólo por “cuestiones personales” y adujo entre ellas, que él -cuando era director penitenciario en ambas-, no aceptó la propuesta de la jueza de pagarle una suma elevadísima por el dictado de un curso y que no la dejaba entrar al penal con el arma que acostumbra portar, que según el ministro “es de la policía, no de la jueza y no tiene permiso para su portación”.
Estas denuncias de López, son gravísimas teniendo en cuenta que lo hace en contra de una jueza, sobre todo con la portación de armas, algo que ya provocó un escándalo anterior cuando fue denunciada de exhibirla en la Universidad Católica de Cuyo.
Pero la pregunta del millón es ¿Por qué López esperó hasta este momento para denunciar esto? Porque también se puede presuponer a López como que cometió el delito de encubrimiento, pues él sabía que Gregoraschuk tenía acciones, al menos irregulares, pero sin embargo jamás las denunció, sino hasta el día que se vio perjudicado por una actitud de la jueza.
Más allá de lo expuesto anteriormente, y como si fuera poco, existe otro hecho demasiado llamativo, como lo es que ante tanto escándalo y ante tanta denuncia grave, ningún agente fiscal de la ciudad, de oficio, haya llamado a López para que se explaye sobre el tema. Mirando para otro lado se vive mejor, dicen algunos por ahí.
Informe: Carlos Rubén Capella
carlosrcapella@yahoo.com.ar
Gregoraschuk versus López
Denuncias graves que quedan en nada
San Luis (Pelr) 14-03-08. El escándalo ocurrido con la detención del ministro de Seguridad, Guillermo López, y su posterior puesta en libertad, sumado a las declaraciones posteriores del ministro, han dejado a la luz una serie de situaciones irregulares, que hasta el momento han quedado en la nada.
La decisión tomada por la jueza Carina Gregoraschuk, raya con el delito de prevaricato, según lo que dice el artículo 270 del Código Penal, que dice que "la libertad personal podrá ser restringida sólo de acuerdo con las disposiciones de éste Código y en los límites absolutamente indispensables para asegurar el descubrimiento de la verdad y la aplicación de la ley sustantiva. El arresto o la detención se ejecutará de modo que perjudique lo menos posible a la persona y reputación de los afectados", pero sin embargo hasta el momento, López ha elegido la vía mediática -y no la judicial-, para llegar a la verdad de los hechos.
En sus declaraciones, López dejó en claro que para él, Gregoraschuk dispuso su detención sólo por “cuestiones personales” y adujo entre ellas, que él -cuando era director penitenciario en ambas-, no aceptó la propuesta de la jueza de pagarle una suma elevadísima por el dictado de un curso y que no la dejaba entrar al penal con el arma que acostumbra portar, que según el ministro “es de la policía, no de la jueza y no tiene permiso para su portación”.
Estas denuncias de López, son gravísimas teniendo en cuenta que lo hace en contra de una jueza, sobre todo con la portación de armas, algo que ya provocó un escándalo anterior cuando fue denunciada de exhibirla en la Universidad Católica de Cuyo.
Pero la pregunta del millón es ¿Por qué López esperó hasta este momento para denunciar esto? Porque también se puede presuponer a López como que cometió el delito de encubrimiento, pues él sabía que Gregoraschuk tenía acciones, al menos irregulares, pero sin embargo jamás las denunció, sino hasta el día que se vio perjudicado por una actitud de la jueza.
Más allá de lo expuesto anteriormente, y como si fuera poco, existe otro hecho demasiado llamativo, como lo es que ante tanto escándalo y ante tanta denuncia grave, ningún agente fiscal de la ciudad, de oficio, haya llamado a López para que se explaye sobre el tema. Mirando para otro lado se vive mejor, dicen algunos por ahí.
Informe: Carlos Rubén Capella
carlosrcapella@yahoo.com.ar
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