LA JUSTICIA ES UNA JODA ¿ O no?

Nuestro "enviado" a los estrados tribunalicios nos pidó un poquito de paciencia para difundir las noticias echadas a rodar las que no quiere creer.-
Así que hasta que no lo comprobemos vamos ser "prudentes" por lo menos por esta vez.
Lo que se dice es muy grave,pero como el "asunto" se ha salido de los carriles usuales,estamos desconcertados.
Así que perdón.
Si se nos cae el "Poder Judicial" se hace cierto que si bien funciona la Democracia,no la República.
Tampoco nos atrevemos a aconsejar la lectura de Periodistas en la Red,pero si Ud. quiere,véa la noticias de hoy en http://www.periodistasenlared.com.ar/.
Así que hasta que no lo comprobemos vamos ser "prudentes" por lo menos por esta vez.
Lo que se dice es muy grave,pero como el "asunto" se ha salido de los carriles usuales,estamos desconcertados.
Así que perdón.
Si se nos cae el "Poder Judicial" se hace cierto que si bien funciona la Democracia,no la República.
Tampoco nos atrevemos a aconsejar la lectura de Periodistas en la Red,pero si Ud. quiere,véa la noticias de hoy en http://www.periodistasenlared.com.ar/.
En fin ,por hoy,nos lavamos las manos.....esto es muy ,MUY GRAVE.-
MIENTRAS SE ENCARCELA A UN MINISTRO DE SEGURIDAD SE DEJA PARALIZADA LA DENUNCIA POR ELFRAUDE DEL AGUA TURBIA
Nota:Fijate que la denuncia nuestra por el fraude del Acueducto Rio Grande-Los Puquios de 2005, (la causa del agua turbia)está pisado desde mayo de 2007 porque no se animan a citar a funcionarios del agua.
Otro:Todo el Mundo habla que un ministro de seguridad que robó una moto y está preso.
LA JUSTICIA ES UNA JODA ¿ O no?

Amor y Odio tras las barandillas

Y mas bien olvidarse de los escándolos sentimentales ,que dejan hecho un piojo al Goberndor de Nueva York....
Carmen Suarez


1 comentario:
Sabías por qué "meter los cuernos" es ser infiel a la pareja?
Entre las diferentes acepciones de "cuerno" que encontramos en el diccionario, aparece: fig. Faltar la mujer a la fidelidad conyugal. Actualmente se usa sin distinguir el sexo del adúltero, pero es importante para retroceder hasta el origen hacer la distinción.
Así, "poner los cuernos" es un giro lingüístico que se aplica actualmente con el significado de ser infiel a la pareja, aunque en un principio se refirió a la infidelidad femenina dentro del matrimonio, y en algunos aspectos a la infidelidad consentida, como fuente de ingresos familiares. Como dice el saber popular: "los cuernos son como los dientes, duelen al salir pero sirven para comer".
Aunque hoy su significación no importa y se utiliza como cualquier otro insulto, se llamaba cabrón al marido que consentía en el adulterio de su mujer, posiblemente en comparación con el comportamiento del macho cabrío. Y de ahí que "poner los cuernos" pasase a ser un sinónimo de cabrón y de cornudo. Este último calificativo estaba recogido en el código penal y su uso podía estar penalizado. Era una de las palabras mayores junto a gafo (leproso), sodomético (sodomita), traidor, hereje y puta (dicho a una mujer casada). Todas eran consideradas palabras injuriosas y ofensivas si se pronunciaban en público y podían dar lugar a un proceso judicial.
En el Vocabulario de Refranes del maestro Correas al respecto de encornudar o llamar cornudo, se hace referencia al cuco o cuclillo, del que dice un antiguo cantar:
Soy de la opinión del cuco,
pájaro que nunca anida;
pone el huevo en nido ajeno
y otro pájaro lo cría.
Este pájaro -que es tan cómodo que no se molesta en incubar sus huevos, sino que las hembras los depositan en otros nidos de pájaros con huevos de parecido tamaño y color para otra ave los empolle- tiene un comportamiento sexual peculiar debido al hecho de que existen bastante más machos que hembras (proporción de 1 a 10). Por ello cada hembra se aparea con varios machos. Por ello también se llamó cuclillo al marido engañado, aunque el apelativo no perduró como el de cabrón.
Sebastián de Covarrubias dice: "El cornudo que no es sabidor ni consiente en que le ponga su mujer los cuernos, como no tiene culpa, no se le da pena; aunque el otro se quejaba, y quedó en proverbio tras cornudo apaleado."
Queriendo castigar la justicia al consentidor y al que sin consentir pecaba de exceso de bondad o falta de precaución, se le mandaba emplumar y se le ponía unos cuernos de pluma en la cabeza a la manera del cuclillo. Con el tiempo, para aumentar la afrenta, se fueron aumentando éstos hasta formar una enramada como la que luce el ciervo en su testuz. Se le obligaba a pasear por las calles de la población remedando el canto de "cucú" mientras su desleal esposa le azotaba. Ella, a su vez, recibía azotes del verdugo. De ahí nació la expresión "además de cornudo, apaleado".
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