Lo publicó El diario de la República el año pasado
El Ministerio de Medio Ambiente constato la existencia de efluentes industriales
Detectan que una fábrica de cosméticos contamina el río San Luis
Está ubicada en el parque industrial sur. La conexión clandestina está bajo tierra. Emana un líquido que provoca ardor y quema el pasto. Se tomaron análisis y se sancionaría a la empresa.
Dos inspecciones encabezadas por el Ministerio de Medio Ambiente de la Provincia detectaron que una industria de cosméticos ubicada en el Parque Industrial Sur tiene una conexión clandestina que contamina el río San Luis, comúnmente conocido con el nombre de río Seco.
Los controles en el predio de aproximadamente una hectárea se sucedieron en menos de 24 horas, entre el mediodía del martes y la mañana de ayer. En ambos se constató la existencia de un caño de PVC, de similares dimensiones al que se utiliza en el tendido de la red cloacal, que transporta un líquido blanco no muy viscoso y emana un olor muy fuerte produciendo ardor en la piel. Todo se hizo en el terreno propiedad de la firma “Laboratorios de las Sierras SA”, que produce la marca comercial “Candela Thompson”.
Detectan que una fábrica de cosméticos contamina el río San Luis
Está ubicada en el parque industrial sur. La conexión clandestina está bajo tierra. Emana un líquido que provoca ardor y quema el pasto. Se tomaron análisis y se sancionaría a la empresa.
Dos inspecciones encabezadas por el Ministerio de Medio Ambiente de la Provincia detectaron que una industria de cosméticos ubicada en el Parque Industrial Sur tiene una conexión clandestina que contamina el río San Luis, comúnmente conocido con el nombre de río Seco.
Los controles en el predio de aproximadamente una hectárea se sucedieron en menos de 24 horas, entre el mediodía del martes y la mañana de ayer. En ambos se constató la existencia de un caño de PVC, de similares dimensiones al que se utiliza en el tendido de la red cloacal, que transporta un líquido blanco no muy viscoso y emana un olor muy fuerte produciendo ardor en la piel. Todo se hizo en el terreno propiedad de la firma “Laboratorios de las Sierras SA”, que produce la marca comercial “Candela Thompson”.
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La tarea de rutina del personal del Subprograma Control de la Contaminación y Residuos Peligrosos determinó que el conducto estaba enterrado entre tres y cuatro metros, y que no cuenta con una salida directa al río. “Observamos que el líquido caía por una barranca, se perdía en una parte del terreno y volvía aparecer a unos cinco metros del cauce. No cuenta con una conexión directa, pero el líquido se infiltra por las mismas napas y va a parar al río”, reveló una fuente del Ministerio.
Ayer el trabajo en el lugar estuvo a cargo del ministro, Arnoldo Scarpati, del coordinador ministerial, Juan José Civalero y del jefe del Subprograma Control de la Contaminación, Adrián Bona. “El líquido es tan fuerte que por donde pasa el pasto se ha secado mientras que a los costados está verde”, dijo Scarpati.
En los dos días se percibió un olor semejante al del huevo podrido, que según los especialistas, es el típico aroma que se siente cuando uno de sus componentes es el azufre. Para tener certeza de qué se trata, se sacaron muestras que serán analizadas.
La fase previa para descubrir la cañería clandestina no fue sencilla. “Es como buscar una aguja en el pajar”, graficó Scarpati. Para no levantar sospechas en el personal de la fábrica, se hace una labor solapada acompañada con material fotográfico y filmaciones. “La conexión no se observa a simple vista sino que está debajo de la carpeta asfáltica desde hace mucho tiempo”, explicó la cara visible de la cartera de Medio Ambiente.
Si bien la dependencia provincial posee el paso liberado para ejercer el contralor, los encargados de la empresa destinada a embellecer a mujeres y hombres se negaron a abrir las puertas de la planta.
Próximos pasos
Scarpati adelantó que una vez que las autoridades de la compañía reciban la notificación ministerial tendrán cinco días para realizar el descargo.
Con la respuesta en mano, el ministro decidirá qué sanción aplicará. “Puede ser una multa económica e incluso llegar hasta la clausura”, anticipó. Aunque con el correr de las horas, la alternativa del cierre del local perdía fuerza por el perjuicio que generaría a sus empleados.
En Medio Ambiente reconocían que el mejor gesto sería un compromiso de los directivos de “Candela Thompson” para ejecutar su planta interna de tratamiento de efluentes industriales. Y en caso que no puedan hacer la inversión, derivarla a otro lugar para evitar la contaminación del río que bordea el Parque IV Centenario y el anfiteatro “Ramón Enrique Abregó” .
En tanto, Adrián Bona, sostuvo que “lo ideal es que la empresa entienda que deben cumplir con una normativa para trabajar y sobre esa reglamentación tienen que funcionar”.
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