Matar en la computadora: ¿un juego de niños?
Los juegos virtuales violentos aumentan la agresividad en quien los juega asiduamente, haciendo ver el mundo como un lugar hostil, afirman psicólogos de la Universidad de Potsdam en un reciente estudio.
Alemania se ve conmovida desde hace unos años por la aparición en escena de adolescentes que, arma en mano, descargan su frustración matando e hiriendo a compañeros de escuela y maestros. Hace cuatro años, un adolescente entraba a una escuela de Erfurt matando a 16 personas y luego suicidándose. Hace menos de un mes, un joven de 18 años sembró el terror en un establecimiento escolar de Emsdetten, terminando con su vida. ¿Qué se esconde tras de la locura, aparentemente sin motivo, que convierte a jóvenes en criminales y suicidas?
Psicólogos y psicopedagogos debaten el tema y apuntan a los juegos electrónicos violentos como posible factor agravante de una patología o situación conflictiva latente. El tema se debate vivamente en los medios y es objeto de estudio de psicólogos y psicopedagogos. La Universidad de Potsdam acaba de publicar una investigación que parecería confirmar que el consumo indiscriminado de dichos juegos podría aumentar la agresividad tanto en niños y jóvenes como en adultos.
¿Simplemente juegos?
Así como no puede afirmarse que todo aquel que fuma morirá de cáncer, tampoco es correcto decir que quien juega a Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Así se presentaba Sebastian B. (18), el francotirador de Emsdetten, en su página de internet.perseguir gente a los tiros por calles y selvas terminará atacando y matando inocentes. Pero así como el consumo de cigarrillos aumenta el riesgo de enfermar y morir de cáncer de pulmón, y la sociedad toma medidas para reducir dicho riesgo, esto también debería poder aplicarse a los videojuegos. El estudio de la Universidad de Potsdam apunta a promover una toma de conciencia y un cambio de perspectiva en la sociedad en cuanto a la peligrosidad de los juegos de guerra en los que se asesina virtualmente. También acerca de la venta a menores de edad, que, si bien está regulada, no siempre se respeta en la práctica. Juegos como Counter Strike o World of Warcraft y otros se venden en Alemania ya a niños de 9 años.
La investigación, llevada a cabo por las psicólogas Ingrid Möller y Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Flores y velas para las víctimas del francotirador de la secundaria Gutenberg en Erfurt el viernes 26 de abril de 2002. Barbara Krahe, se compone de varios análisis en base a encuestas via internet realizadas a 4300 personas de 12 a 40 años de edad de 2004 a 2006 en Alemania, Austria y la Suiza germanoparlante. Además, se encuestó por escrito a 231 alumnos de 7º y 8º grado (12 y 13 años). Asimismo se realizaron dos experimentos en el cual 150 jugadores de un promedio de 23 años jugaron juegos violentos y no violentos, describiendo luego a qué velocidad su mente podía recordar escenas de violencia y cuán agresivos se sentían.
Resultados alarmantes
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Sebastian B. hirió a 30 personas en su antigua escuela y se mató. (Nov.2006)La investigación menciona entre los factores que predisponen a una conducta agresiva al sexo, en cuanto al rol que el individuo se asigne a sí mismo. Si ese rol se acerca al prototipo de la masculinidad, la persona sería propensa a juegos agresivos, desarrollando sentimientos violentos. Esto se aplica tanto al hombre como a la mujer que considera tener características masculinas. Cierto es, y esto lo demuestran también estudios de otros países, que los hombres tienden a consumir más este tipo de juegos que las mujeres.
Otros factores, ya no de género, serían la búsqueda de emociones Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Una de las armas de Sebastian B., que pudo comprar por internet.y una tendencia a la agresividad y a actuar con violencia sin reflexionar. En cuanto al efecto de los juegos, el análisis lleva a suponer que jugar durante corto tiempo provoca pensamientos y sentimientos agresivos. El uso continuo e intensivo reforzaría las estructuras de pensamiento agresivo, y, cuánto más fácil se recuerdan escenas violentas, más se está predispuesto a percibir e interpretar la conducta de los demás negativamente. Esto hace que el sujeto vea en los demás intenciones hostiles donde no las hay, y así su visión del mundo se distorsionaría.
Se comprobó que, a causa de ello, aquellos voluntarios del estudio que juegan asiduamente tienden a reaccionar con violencia ante Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Se planean medidas para proteger a la juventud de los juegos violentos desde el 2003.conflictos. Además, quien juega a menudo y durante largo tiempo dejaría de conmoverse por el sufrimiento de las víctimas. A corto plazo, los juegos donde se asesina a seres humanos, se abusa de ellos, o simplemente se actúa violentamente, aumentan notablemente la agresividad y la indiferencia ante el sufrimiento ajeno. A largo plazo, los resultados demostraron además que, cuantos más juegos violentos jugaba un joven o un adulto durante meses y años, mayor era su disposición a reaccionar con agresividad. Otro aspecto interesante de la investigación es que afirma lo que todos sabemos: que no sólo los juegos virtuales de guerra provocan conductas violentas, sino también la violencia en la televisión y en el cine, siempre presente.
Cristina Papaleo
Los juegos violentos afectan al
cerebro de los adolescentes.
Volvemos con el tema de los juegos violentos , ya comentamos en otras ocasiones :
comision europea contra los juegos violentos
juegos violentos culpables del asalto colegio aleman
los diferentes puntos de vista de diferentes estudios y organismos , hoy traemos un estudio del doctor Vincent Mathews del a Universidad de Indiana de los EE.UU.
Segun este estudio los videojuegos violentos estimulan en los adolescentes las zonas del cerebro que estan ligadas a las emociones y a su vez reduce las respuestas de las zonas que se encargan del razonamiento y del auto-control.
En este estudio contaron la participacion de 44 adolescentes de entre 13 y 17 años escogidos al azar , la mitad del grupo jugo a un juego de guerra muy violento y la otra mitad a un juego no violento.
Al final de la sesion los participantes realizaron diferentes pruebas para medir su concentracion mientras que sus cerebros eran observados para analizar en tiempo real los efectos despues de jugar a los juegos.
El grupo que jugo a los juegos violentos mostro una mayor actividad emocional , mientras que los que jugaron con juegos no violentos mostraron sintomas en las zonas del cerebro vinculadas a la concentracion y el auto-control.
Segun mi punto de vista es muy normal que alguien que juegue a un juego de accion muestre mas sintomas de activad emocional que otro que juegue a un juego mucho mas tranquilo
Hablan algunos padres
"Nuestros chicos son los hijos del piquete y del cacerolazo.”
Todos Ganan -
Un negocio millonario que da para repartir generosamente.-
Rescataron 40 nenas sometidas a la prostitución
La Rioja
Un total de cuarenta niñas de entre 11 y 12 años fueron rescatadas de prostíbulos de La Rioja en los que eran mantenidas cautivas, víctimas de la trata de blancas, según se informó ayer.
Así lo anunció Susana Trimarco, quien continúa la búsqueda de su hija, Marita Verón, al inaugurar en Tucumán la Fundación María de los Angeles, dedicada a asistir a las jóvenes víctimas de la trata de blancas.
Trimarco comentó que el viernes colaboró con el gobierno de La Rioja en un rastrillaje que se hizo en 35 prostíbulos de la provincia.
“El procedimiento dio como saldo un resultado positivo porque se pudo rescatar a 40 chicas de San Juan, Santiago del Estero, Córdoba, Tucumán y Salta. Tenían entre 11 y 12 años, con grados de desnutrición severa”, manifestó la mujer. (Vea más en el Diario de la Republica)
1 comentario:
Creciente preocupación Para los padres, el clima social influye en la violencia escolar
No se sienten los únicos responsables
“Nuestros chicos son los hijos del piquete y del cacerolazo.” Clarisa Rueda de Morrone, madre de dos alumnos del colegio San Martín de Tours, de Palermo, cree que el clima social es el detonante de la creciente violencia juvenil en las escuelas.
“Las conductas violentas las aprenden en la casa, pero también en la televisión, en la calle, en el deporte, en la agresividad de los dirigentes y en la situación de conflicto diario que vive nuestro país”, dijo, al responder a la visión transmitida por el ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco, que hace dos semanas había atribuido a los adultos, especialmente a los padres, la responsabilidad por los episodios de violencia escolar.
La opinión de Morrone es compartida por muchos padres, según testimonios recogidos por La Nacion. Se trata de un problema que todos reconocen como creciente y que tiene vinculación directa, dicen, con el relajamiento en las normas de conducta, la falta de límites y la influencia de los medios, especialmente la TV, en los chicos.
“Los padres son los que tienen la mayor responsabilidad, pero no son los que más tiempo están con los chicos. En las escuelas pasan entre cuatro y cinco horas, y es muy difícil encontrar una familia en nuestros barrios que pase tanto tiempo con los hijos", dijo Héctor Hugo Salatino, profesor de institutos superiores de formación docente desde hace 26 años, al admitir la misma preocupación.
En una entrevista con LA NACION, Tedesco había dicho que la raíz del grave problema no está en los colegios ni tampoco en los chicos. Y se preguntaba: "¿Dónde aprenden los chicos estas conductas y quién se las está enseñando? No es la escuela ni son los maestros".
"El argentino, en general, es transgresor. Pero la responsabilidad es propia de los que dan el ejemplo, que son todos aquellos que asumen algún liderazgo. No se piensa que uno es el primero en dar el ejemplo. Esto no es de ahora: lleva décadas", dijo Alicia Carballo, madre de un alumno de secundaria de un colegio bilingüe de la zona norte. "Desgraciadamente, la violencia se arraiga cada vez más en la sociedad", advirtió.
"Las sucesivas crisis del país han minado el espíritu de muchos. Un país sin meritocracia, donde está generalizada la idea de que no ganan más quienes más se esfuerzan, lleva a la desazón y al desánimo. Eso lo perciben los hijos", dijo Carballo.
"Los niños son lo que ven y escuchan. Y vivimos en una sociedad que cada vez respeta menos al otro y donde los medios de comunicación transmiten mensajes que hacen creer que lo correcto es lo incorrecto. Eso influye en la pérdida y la degradación de valores fundamentales", opinó Clarisa Rueda.
Gravitación de los medios
El poder amplificador de los medios de comunicación en lo que hace a malos ejemplos, conductas violentas y destructivas, asoma en las preocupaciones de los padres.
"Basta con prender el televisor. Desde los piquetes a cara cubierta y palos, hasta los noticieros que compiten en mostrar cada vez más detalles de asesinatos y violaciones, o las series en las que matar es algo normal, todos desvalorizan la vida humana", dijo Graciela Crosbie de Guglielmetti, madre de un alumno del secundario de la Escuela Argentina Modelo.
"Frente a programas que hacen culto de la viveza criolla, la burla y la inmoralidad, y donde todo es relativo y justificable, a los padres nos cuesta cada vez más educar a nuestros hijos. Lo bueno, lo valioso, lo ejemplar, se toma como antiguo y absurdo. Es como remar siempre contra la corriente", dijo entristecida.
Pastor Jiménez, padre de una alumna de 5° grado del Colegio San José Obrero, de San Francisco Solano, también cree que es muy difícil imponerse frente al poder de la TV. "Estamos todo el día afuera; tenemos que trabajar; llegamos cansados y no hay tiempo para conversar", dijo, con culpa.
"Hoy aprenden todo de Internet. También de los celulares: bajan los videos de las peleas escolares y se mandan las fotos por mensajitos", se quejó María Isabel González, madre de tres alumnos de 5º, 7º y 9º año de Berazategui.
Isabel del Carril, madre de una alumna de secundario del Liceo Francés, pone el dedo en la llaga: "Todos los adultos somos responsables por omisión, comenzando por el Estado y los propietarios de los medios de comunicación. ¿Cómo educarán a sus hijos los dueños de los canales de televisión? ¿Les pondrán freno a las escenas de violencia?", reflexionó.
Límites y coraje
El ministro Tedesco pidió límites y coraje para combatir la permisividad. En eso coinciden muchos adultos consultados, que hicieron una autocrítica.
"Deberíamos conocernos, reunirnos con los padres de los chicos que participan del entorno de nuestros hijos. Tenemos la obligación de hacernos un tiempo", dijo María Isabel González, de Berazategui. "Hay que tratar de fijar normas de convivencia y hacernos tiempo para escuchar a nuestros hijos y entender su vocabulario para acompañarlos y estar más cerca de ellos", agregó.
"Tenemos muchísimos casos de padres que vienen a la escuela y nos dicen: «Pónganle límites porque en casa ya no sabemos cómo hacerlo». Pero cuando la escuela adopta una medida, aparecen padres sobreprotectores que amenazan con denuncias y juicios porque sienten que no se debe poner ningún límite a sus hijos", advirtió el padre Salatino, representante de una escuela del Obispado de Quilmes.
Dijo: "En muchos casos, docentes y directivos se encuentran en una encrucijada por la falta de responsabilidad de los padres, que no asumen su rol de primeros educadores". Y concluyó: "Más que de permisividad, debemos hablar de verdadero abandono de los padres, de los docentes y del propio Estado, que no tiene una profunda política educativa que vaya más allá de la mera contención en las escuelas".
Para la terapeuta familiar Alicia Zanetti de Savanti, la violencia excede el ámbito de la escuela, pero no exime a ésta de su responsabilidad específica. "Cada vez que al cuidado insuficiente de los padres se suma la ausencia sistemática de los maestros, los niños quedan solos, a expensas de la difusión de modelos identificados con la imposición de la fuerza como método más rápido y eficaz para la resolución de conflictos", explicó.
Por Carmen María Ramos
Para LA NACION
Academia
La Academia Nacional de Educación expresó ayer su preocupación "por la repetición de episodios de violencia que se ha venido produciendo en algunas escuelas del país". Pidió encarar "urgentes medidas preventivas" y "reconstruir la alianza entre familia y escuela, que en el pasado se basó en la efectiva colaboración de los padres". Además, reclamó la "invalorable ayuda de los medios de comunicación".
Link corto: http://www.lanacion.com.ar/1006373
Publicar un comentario