EL RECLAMO DEL CAMPO ESCONDE ALGO MAS…
Evidentemente reconstruir el Estado es mucho, pero mucho, más difícil que destruirlo. Como vemos, el Estado no se reconstruye en el vacío sino entre, y a veces contra, otros actores. El fracaso de la introducción de la suba de las retenciones por medio de una resolución ministerial es una muestra de que la reconstitución del Estado no surge de la eficiente administración de las cosas sino que requiere del gobierno de los hombres.
Por más que los dirigentes de las entidades rurales se sientan ofendidos, que se los haya calificado de golpistas, a esta altura de los acontecimientos, cuando la tensa calma no alcanza a ocultar la gravedad de la situación, creo que está claro, por lo menos para los que pensamos, cual es la posición de las entidades rurales (que no son todo el campo, ni son todo el país): el único resultado posible del 'diálogo' que ellos quieren es que el Gobierno haga lo que ellos quieren. Eso no es diálogo.
EL RECLAMO DEL CAMPO ESCONDE ALGO MAS…
Evidentemente reconstruir el Estado es mucho, pero mucho, más difícil que destruirlo. Como vemos, el Estado no se reconstruye en el vacío sino entre, y a veces contra, otros actores. El fracaso de la introducción de la suba de las retenciones por medio de una resolución ministerial es una muestra de que la reconstitución del Estado no surge de la eficiente administración de las cosas sino que requiere del gobierno de los hombres.
Por más que los dirigentes de las entidades rurales se sientan ofendidos, que se los haya calificado de golpistas, a esta altura de los acontecimientos, cuando la tensa calma no alcanza a ocultar la gravedad de la situación, creo que está claro, por lo menos para los que pensamos, cual es la posición de las entidades rurales (que no son todo el campo, ni son todo el país): el único resultado posible del 'diálogo' que ellos quieren es que el Gobierno haga lo que ellos quieren. Eso no es diálogo.
Evidentemente reconstruir el Estado es mucho, pero mucho, más difícil que destruirlo. Como vemos, el Estado no se reconstruye en el vacío sino entre, y a veces contra, otros actores. El fracaso de la introducción de la suba de las retenciones por medio de una resolución ministerial es una muestra de que la reconstitución del Estado no surge de la eficiente administración de las cosas sino que requiere del gobierno de los hombres.
Por más que los dirigentes de las entidades rurales se sientan ofendidos, que se los haya calificado de golpistas, a esta altura de los acontecimientos, cuando la tensa calma no alcanza a ocultar la gravedad de la situación, creo que está claro, por lo menos para los que pensamos, cual es la posición de las entidades rurales (que no son todo el campo, ni son todo el país): el único resultado posible del 'diálogo' que ellos quieren es que el Gobierno haga lo que ellos quieren. Eso no es diálogo.
EL RECLAMO DEL CAMPO ESCONDE ALGO MAS…
Evidentemente reconstruir el Estado es mucho, pero mucho, más difícil que destruirlo. Como vemos, el Estado no se reconstruye en el vacío sino entre, y a veces contra, otros actores. El fracaso de la introducción de la suba de las retenciones por medio de una resolución ministerial es una muestra de que la reconstitución del Estado no surge de la eficiente administración de las cosas sino que requiere del gobierno de los hombres.
Por más que los dirigentes de las entidades rurales se sientan ofendidos, que se los haya calificado de golpistas, a esta altura de los acontecimientos, cuando la tensa calma no alcanza a ocultar la gravedad de la situación, creo que está claro, por lo menos para los que pensamos, cual es la posición de las entidades rurales (que no son todo el campo, ni son todo el país): el único resultado posible del 'diálogo' que ellos quieren es que el Gobierno haga lo que ellos quieren. Eso no es diálogo.
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1 comentario:
En los últimos 40 días la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA) aprobó compensaciones (reintegros por exportaciones) por 327 millones de dólares a quienes están en regla. Eduardo Buzzi de la Federación Agraria dijo que se presentan muy pocos productores a reclamar las compensaciones porque son burocráticas y 'no le llegan a nadie' confundiendo a la opinión pública y a los productores.
Según datos de la Oncca, hasta el momento se presentaron ante el organismo 249 productores para pedir reintegros por exportaciones. Sólo el 25% cumplía todos los requisitos. El 36% de las solicitudes correspondía a productores cuyos códigos de actividad no cumplen con lo solicitado, mientras que el 39% restante fue rechazado por pertenecer a monotributistas (que no están incluidos en el beneficio) o bien por presentar errores de ingreso de las declaraciones juradas de CUIT o de razones sociales inválidas o por no estar anotados e el Registro Fiscal de Operadores de Granos. ¿Algún medio difundió esto?. Indudablemente no.
La proliferación del cálculo como eje central del conflicto y de su eventual solución indica que la administración de las cosas no sólo provocó todo este asunto sino que sigue siendo el enfoque con que se está intentando resolverlo. Pero sepamos bien este no es un debate sobre la rentabilidad del agro fundado en datos duro. Esta ni siquiera es una discusión sobre la redistribución del ingreso, para la cuál el fortalecimiento del Estado a través de la suba de las retenciones es una condición necesaria pero no suficiente. Este es un conflicto por cuáles van a ser los límites de la capacidad estatal para intervenir en el mercado. Y para eso no hace falta andar haciendo tantas cuentas.
¿Acaso se discutió tanto de números para sacar las leyes de emergencia económica que desguazaron al Estado? ¿Acaso se hicieron tantas cuentas para recortar el 13%? Incluso si tomamos en cuenta la suposición extrema e inverosímil de que esta medida, a la vez que ayuda a fortalecer al Estado, podría destruir a un conjunto de 'pequeños productores', ¿se hizo tanta historia para determinar la apertura a las importaciones que destruyeron toda una capa de la industria local? La respuesta es no. Y es no porque el ajuste estructural y la reforma del Estado se hizo con la pedagogía Neustandtiana, se hizo arreglando con los sindicatos, se hizo negociando con las provincias, rosqueando con los empresarios, eso hoy no, definitivamente no.
Una de las muletillas de los defensores del 'campo', entre los que se cuenta (atentos los medios y la oposición de San Luis) Nuestro Señor Gobernador (dueño de muchas, muchísimas hectáreas de campo) es: 'la Argentina es una fábrica de alimentos y el sector del campo es un generador de riquezas' (¿alimentos y riquezas para quién?).
Los importes por retenciones no son coparticipables, generan riqueza para el Estado Nacional, se trata de una redistribucion automatica; ¿quien sale a negociar las reglas de juego, con que la Argentina ingresa a los Mercados internacionales, en beneficio del Estado (y por ende de los que estamos adentro, incluidos los productores)? ;es, valga la redundancia, el Estado (no el Gobierno); el Gobierno actual que administra el Estado, tiene la legitimidad de representación que hace sólo 6 meses le diera el Pueblo en las Elecciones, (a Menem y Cía, le regalamos 10 años para que destruyera el país), y tiene la responsabilidad de velar por todos los argentinos tomando las medidas que crea conveniente para salvaguardar el interés general. Las medidas del Gobierno no son medidas unilaterales plantearlo así es un error. El Gobierno toma acciones en ejercicio de la función publica. Las cámaras ruralistas no son contraparte o cogobierno, son una parte mas de la nación, y están llamados a poner el hombro como durante años lo han hecho los trabajadores, aunque eso no les guste.
Reconstruir el Estado a partir de las ruinas que dejaron dictaduras mesianicas y gobiernos inútiles, es una tarea titánica pero no imposible y un Estado Nacional, económicamente fuerte y presente en el control, es la única garantía de que la redistribución de la riqueza y la igualdad de oportunidades (salud educación y desarrollo económico) lleguen a la mayor cantidad de argentinos posible, si no a todos.
Estos son sólo algunos de los problemas a los que se enfrenta la reconstitución del Estado realmente existente. El problema tan mentado de la redistribución del ingreso, que es mucho más complejo que la mera distribución funcional entre salario y ganancia, no existe en el vacío sino que está inserto en éstas y muchas otras cuestiones.
Entonces, para salir del purgatorio necesitamos mucha, pero mucha más política. Independientemente de cómo salga este partido, hay que ir preparando la cancha para los próximos. Las articulaciones políticas no son de piedra. No digo que el gobierno pueda hacer en modo que lo aplaudan la oposición. Pero sí podemos lograr que los sectores populares, en nombre de los cuales se fundamentan medidas como el aumento de las retenciones a la exportación de soja, aumenten su identificación política con la reconstrucción del Estado. Para eso hay que subvertir la previsión engelsiana. No se puede administrar las cosas sin gobernar a los hombres.
Es hora de que los ciudadanos comunes dejemos de defender mitos y empecemos a revisar y discutir la historia, para saber como llegamos a donde hoy estamos y que camino recorrieron las caras y personajes que hoy nos muestran los medios como actores de este conflicto Y POR FAVOR, NO NOS SIGAN VENDIENDO BUZONES.
Entender esto no es estar en contra o a favor de uno u otro sector, acá hay un solo sector, que es el pueblo argentino. Pero
Fdo: Dr. RAÚL SARAVIA – Agrupación Dante Bodo
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