Ni que hablar del camino de regreso que es Indianapolis, una ¡locooooooura!.De vez en cuando un "embudo" sorpresivo ,sin aviso previo que produce grandes riesgos y algunos roces.
No se respetan las normas para este tipo de restricciones a la velocidad.-
Es increìble la mala formación y trato del personal asignado,salvo a su jefe,el Comisario Latini,siempre atento con todos.
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