
Su ideario publicista era este que aquí refiero. ¿Cuántos de estos principios siguen usándose para la propaganda 100 años después? La respuesta al final.
- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.
- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
- Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
- Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
- Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.
Ya lo sabían antes de llegar aquí pero sí. TODAS están hoy vigentes y son utilizadas por los que quieren usar la propaganda como herramienta.
Me interesa sobre todo el principio número 5, el principio de la vulgarización, me parece el menos obvio y el más poderoso.
CHISTES DESDE EL TRAPICHE
Roberto y Alicia son ambos pacientes en un hospital mental.
Un día mientras caminaban cerca de la piscina del hospital,
Roberto inesperadamente saltó a la piscina y cayó hasta el
fondo, donde permaneció sin moverse.
Alicia rápidamente entro para salvarlo, nadó hasta el fondo y lo sacó.
Cuando el director del hospital se enteró del acto heroico de Alicia, ordenó que se le diera de alta del hospital, pues consideraba que ella ahora estaba mentalmente estable.
El director le dijo a Alicia:
Tengo dos noticias para ti.... una buena y una mala.
La buena es que ya te dimos de alta, al meterte a la piscina y haber salvado la vida de otro paciente has demostrado que eres capaz de responder razonablemente ante una crisis, por esto llegué a la conclusión de que ya estás mentalmente sana y puedes abandonar el hospital."
La mala noticia es que, Roberto, el paciente a quien le salvaste la vida, se colgó en el baño con el cinturón de su bata... momentos después de que le salvaste la vida.
Alicia, lo siento mucho, Roberto está muerto.
Alicia muy sorprendida le contesta al director:
"¡No se colgó él, lo colgué yo para que se secara!"



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