Hace unos meses comencé a aplicar una serie de estrategias para optimizar la información que producimos y sea tomada en cuenta por los buscadores de internet.
Y hace tan solo una semana me encontraba en Los Ángeles, en la etapa final de unas pruebas con nuestros usuarios sobre algunos cambios que queremos implementar en nuestra página y revisar nuestra versión para aparatos móviles (celulares, iPods, etc).
En todos estos lugares hay un denominador común, la forma en que hacemos periodismo está cambiando y esto, muchas veces, es un verdadero dilema para nosotros los periodistas.
Durante las pruebas con los usuarios, utilizamos una procedimiento conocido como "eye tracking" o rastreo del ojo. Este método permite ver cómo un usuario lee la página.
Lo cierto es que las pruebas de "eyetracking" confirmaron algo que se sabe, los usuarios no leen, sino que escanean las páginas de internet. No les gusta perder mucho tiempo y buscan aquellas palabras claves que les permitan ver si vale la pena quedarse o irse rápidamente.
Esto no es nuevo, hay muchos estudios sobre cómo leen los usuarios en internet, este blog de wezstudio es bastante claro sobre el tema.
Esto es un verdadero desafío para los periodistas. A nosotros nos encanta que nos lean y cuanto más, mejor. Pero aquí el punto es diferente, si queremos que nos lean, nuestra información tiene que estar bien al principio y nuestros títulos y textos tienen que ser muy claros y directos.
El bendito buscador
Esto me lleva al otro elemento en el que estoy trabajando, que el de elaborar una estrategia para que aparezcamos mejor en los buscadores. La regla es la misma: tenemos que ser más claros y nuestros títulos muy precisos, sin pensar en el humor o doble sentido, ya que los buscadores no tienen sentido del humor ni andan con sofisticaciones.
De verdad que eso asusta a cualquier cronista: ¿dónde quedó la creatividad? ¿Estamos condenados simplemente a escribir un listado de hechos fríos, sin ninguna pasión y ese toque especial que todo buen periodista afirma que debe existir en cada crónica? ¿Ha muerto el periodismo como lo conocemos?
Lo cierto es que no, pero sí está cambiando y no todo es tan dramático. Que los buscadores no tienen humor, no cabe duda, pero el papel del periodismo es informar, no divertir. Es sabido que un alto porcentaje de los usuarios encuentran la información que requieren a través de un buscador y para ellos utilizan palabras clave. Esto, lejos de ser una desventaja está haciendo que los periodistas seamos más precisos a la hora de escribir titulares, algo que no es tan malo.
Aquí hay un título: "Ley de Arizona: ¿inconstitucional?". Es simple, concreto y los términos "ley de Arizona" estuvieron entre los más requeridos en los buscadores.
Ahora bien, la nota referida, no es necesariamente corta, tiene 620 palabras. Sin embargo, aquí hay un punto clave, lo más relevante de la información esté al principio, en los primeros párrafos.
La web tiene información incontable y el ritmo de creación de nuevos sitios, blogs, etc, simplemente no se puede medir.
Ante esta vorágine, el usuario simplemente selecciona lo que le interesa y no quiere perder el tiempo en esta torre de babel. En otras palabras, hay que ser precisos y concretos. Eso les digo a mis colegas constantemente y algunos, con cierta ironía y humor, señalan que hemos entrado a la era del periodismo robot.
Posiblemente sea así, aunque todavía veo muchas crónicas dignas de leer y es que tienen algo que es lo más básico en periodismo: buscan informar de la manera más precisa posible. Ese siempre es nuestro desafío siempre, no importa el formato.
¿Ustedes qué opinan
Alberto Souviron |
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