La familia de Antonio Ferrara pidió Justicia por el asesinato del funcionario |
(*)"El Alberto los usa como prservativos y los abandona a su suerte sin importarle nada.Es un reverendo hijo de (censurado)..." El Alacrán | Escrito por Redacción | ||||
16-12-10----09:15 | |||||
Un centenar de personas acompañó a la madre de la víctima. "Nadie nos da respuestas", dijo la mujer. “Sí, tengo miedo. Tengo miedo de que esto, como tantos otros casos, quede impune", dice Judith "Chicha" Astudillo de Ferrara. Una noche, la del 2 de noviembre, como todas, su hijo Antonio Ferrara cenó con ella, le dio un beso y se fue con un "hasta mañana". Y al otro día, después de esos trámites judiciales tortuosos que se enciman al dolor, más o menos a la hora que Antonio, como todos los días, llegaría a cenar, le entregaron su cadáver. Por eso, y porque todavía nadie le dijo quién lo mató, "Chicha" escudó su dolor detrás de unos anteojos negros y salió a la calle a clamar justicia. "No estamos solas en esto (se refiere a ella y su hija María Esther), tengo el apoyo de toda la gente que me quiere y quería a mi hijo", dice. A las siete de la tarde, familiares, vecinos y amistades se congregaron en la esquina de San Martín y 9 de Julio. "Soy amiga de toda la vida de María Esther y de Antonio, nos criamos juntos, por eso vengo a acompañarlas", contó la profesora Martha Marín, directora de la escuela "República de Chile". "Con 'Chicha' somos vecinas, además de haber trabajado años juntas", evocó Margot Rodríguez, ex secretaria de la ex escuela asistencial "Juan Tulio Zavala". La madre de Antonio Ferrara fue directora de esa institución recordada como el "Hogar Zavala". Margot recordó lo largas que se hicieron las horas del miércoles 3 mientras esperaban la entrega del cuerpo del hijo de su amiga. Las Madres del Dolor también dijeron presente. "Hubo un contacto, nos invitaron a venir y acá estamos", contó Gladys Calderón, la mamá de Franco Escobar, el adolescente muerto por una presunta mala praxis médica. El centenar de personas que acudió a la convocatoria de "Chicha" marchó hasta Rivadavia y dobló hacia el norte. En Rivadavia y Ayacucho, el extremo sur de las dos cuadras de la Vía Rivadavia, los primeros gritos de "justicia, justicia" y el batir de palmas llamaron la atención de quienes degustaban cervezas, bocadillos y café con leche en las mesas de la peatonal, pero no lograron ninguna adhesión. La marcha llegó hasta la plaza Pringles. Frente a la Catedral hubo un minuto de silencio y un pedido insistente de justicia. "Ni olvido ni perdón", rezaban las pancartas con la cara del ex jefe del programa provincial VIH-Sida. La más grande que encabezaba la marcha mostraba expresivo al ex funcionario en una foto tomada en la sala de periodistas de la Casa de Gobierno, ante los micrófonos." ¿Por qué la demora? La Policía nunca nos ha dicho nada, no sé porqué hay tanto silencio. Vivimos con mi hija preguntándonos por qué han pasado tantos días y no sabemos nada de nada", le dijo la madre de Ferrara a El Diario, antes de iniciar la marcha. "Por eso pedimos en esta marcha a la justicia divina que nos ayude, a ver si se descubre algo por lo menos", imploró. Luego mostró comprensión hacia la labor de la Policía: "Para dar nombres supuestos (de sospechosos), para dar un nombre, me imagino, tendrán que tener toda la información, hasta acá no se sabe nada". "Como madre -dice "Chicha"- tengo una pregunta. A él le robaron una notebook y otro electrodoméstico que no debe valer más de trescientos pesos, además de todos los papeles que tenía en el maletín. Yo me pregunto porqué, pero nadie me contesta esa pregunta". |
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