"Filtraciones" ,quizá mal intencionadas, (uno nunca sabe en un régimen cuasi feudal) denuncian soto voce que ha comenzado el desembarco de instructores cubanos-bolivarianos para reforzar el asalto al reducto porteño.-
Muestra como prueba contudente las maniobras de entrenamiento de la ocupación de clubes ,plazas y "descampados" del conurbano.-
(*)Al no tener Policía la Ciudad de Buenos Aires no tiene PODER ,como quedó demostrado con las ocupaciones que tanta repercusión tuvieron en el mundo.-
Opinión
La Navidad nos llama a una tregua
Quizás a usted le pase lo mismo que a nosotros. O como dice el bolero: "A mí me pasa lo mismo que a usted; me siento solo, lo mismo que usted". Llegamos a estas fechas festivas con no poco cansancio, con algo de escepticismo, desencanto, desconfianza y una sensación de desprotección y vulnerabilidad acumulada a lo largo de 11 meses. ¡Tantas cosas nos han ocurrido en estos últimos tiempos como sociedad y como personas, tantos cambios, tantas incertidumbres, tantos desconciertos y sobresaltos!
Confrontaciones, iracundias, divisiones, resentimientos y beligerancias colmaron el paisaje emocional de nuestra vida diaria en prácticamente todos los órdenes: desde el televisivo mundo de la farándula hasta los hechos de la política. Una carga de violencia pareciera subyacer en muchas de las cosas que pasaron y que nos pasan todavía; ni que estuviéramos en guerra, lidiando entre nosotros mismos y con nosotros mismos.
En esta Navidad vale la pena recordar algo realmente extraordinario: aquella famosa tregua entre soldados alemanes e ingleses ocurrida en la Primera Guerra Mundial.
PENSEMOS LOS ARGENTINOS QUE ES POSIBLE
Durante la Nochebuena de 1914, de pronto, las tropas alemanas empezaron a decorar las trincheras con símbolos navideños improvisados y a canturrear la tradicional "Noche de paz, noche de amor" ( Stille Nacht ). Como en respuesta a un llamado atávico, en las trincheras opuestas los británicos comenzaron a cantar villancicos en inglés.
En ese sitio feroz, descarnado, sin mujeres, de los dos lados se escucharon, sin embargo, gritos de alegría, de celebración, y hasta compartieron saludos personales, abrazos, cruzando las barreras y penetrando en una suerte de zona neutra, donde intercambiaron los pequeños regalos posibles: cigarrillos, cigarros, chocolatines, whisky.
AYER SE MATABAN , HOY Y MAÑANA BRINDABAN
Dice la historia que la artillería permaneció silenciosa durante toda esa noche en ese lugar de Flandes ( cerca de Ypres, Bélgica). Los cuerpos de los soldados que habían muerto en la lucha fueron recuperados y enterrados con la participación de sus camaradas de ambos lados, en unas ceremonias increíbles que se realizaron con respeto y emoción en esa "tierra de nadie" donde varios "enemigos" leyeron, juntos, un fragmento del Salmo 23...
Llegamos a estas fechas festivas con no poco cansancio, con algo de escepticismo, desencanto, desconfianza y una sensación de desprotección y vulnerabilidad acumulada a lo largo de 11 meses. ¡Tantas cosas nos han ocurrido en estos últimos tiempos como sociedad y como personas, tantos cambios, tantas incertidumbres, tantos desconciertos y sobresaltos!
Confrontaciones, iracundias, divisiones, resentimientos y beligerancias colmaron el paisaje emocional de nuestra vida diaria en prácticamente todos los órdenes: desde el televisivo mundo de la farándula hasta los hechos de la política. Una carga de violencia pareciera subyacer en muchas de las cosas que pasaron y que nos pasan todavía; ni que estuviéramos en guerra, lidiando entre nosotros mismos y con nosotros mismos.
En esta Navidad vale la pena recordar algo realmente extraordinario: aquella famosa tregua entre soldados alemanes e ingleses ocurrida en la Primera Guerra Mundial.
Alina Diaconú





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