Carta al Secretario de Gobierno Municipal sobre el Transito

Villa Mercedes, 25 de enero de 2008.-




INTENDENCIA MUNICIPAL DE VILLA MERCEDES
AL SECRETARIO DE GOBIERNO MUNICIPAL
D. RODOLFO J. LUQUE
S. / D.



De mi consideración:
Me dirijo a usted a título de ciudadano preocupado por la mala calidad de vida que tenemos en esta ciudad, tema largamente comentado por mi en la radio.
Los puntos que esta nota incluyen, no agotan el tema de ninguna manera. Pero, bien podrían ser considerados como apuntes para un debate que la ciudad debe darse y que posteriormente se convierta en una acción reparadora.
Uno de los problemas graves que afronta esta ciudad, son las condiciones en las que se desenvuelve la circulación y que afecta desde peatones hasta vehículos de gran porte, sin olvidar la infraestructura edilicia (viviendas y comercios) y vial (desde rutas hasta calles).

Concretamente:
No podemos ser una ciudad modernizada a medias. Al momento de tomar medidas, estas deben ser integrales y contemplar una situación en toda su dimensión, de lo contrario, cualquier cambio u obra se convierten en meros golpes de efecto, generalmente electoralista y lo invertido no pasa de ser un gasto superfluo.

Semáforos:
Cuando se habilitan semáforos, es necesario tener en cuenta (más considerando la anarquía con que la población hace sus propias reglas) que por las calles no solamente circulan vehículos sino también peatones.
Me pregunto qué sentido tiene colocar semáforos para vehículos y dejar desprotegido al peatón.
De igual manera, deja de tener sentido dictar ordenanzas cuando no existen los medios para hacerlas respetar o, al menos, controlar su cumplimiento.
No ignoro que el presupuesto municipal es exiguo, pero los recursos humanos son cuantiosos y mucha gente que tiene asignadas tareas superfluas e irrelevantes, podrían ganarse el sueldo cumpliendo estas funciones.
La reasignación racional de los recursos humanos forma parte del rigor científico que requiere la administración pública argentina (según el discurso del Ejecutivo nacional).

Veredas:
En Villa Mercedes están depredadas: por los propietarios de viviendas, por el paso del tiempo, por el paso de bicicletas y motos, por la erosión hídrica (calles que son canales de desagüe) y por la falta de control comunal que exige a algunos e ignora a otros.
Qué peatón puede circular confiado por las calles, si debe confrontar con:
Baldosas flojas por distintas causas.
Bajadas de la vereda obstruida por obras en construcción con cercas que no respetan leyes ni ordenanza alguna.
Obstáculos que producen obstrucción como canteros con plantas y flores, mercaderías en exhibición, mesas y sillas de locales públicos y circulación de vehículos tales como bicicletas y motos, sumado a los que no teniendo un área asignada usan la vereda como playa de estacionamiento.
Sin dejar de mencionar a quienes, para no tener que abrir su garage, prefieren cruzar el auto sobre la vereda impidiendo el paso de peatones o los que por temor a los accidentes de tránsito en calles sin semáforo, deciden poner cercas consistentes en pilotes de hierro y cemento.
Defensa Civil ¿tendrá conciencia de los accidentes que podrían producirse, por ejemplo, en una noche de tormenta con cortes de luz y peatones que deben circular a tientas por veredas en éstas condiciones?
Ya no solo objetos inanimados obstruyen las veredas, a estos hay que sumarle la circulación de bicicletas y motos, facilitada por los ya famosos accesos para discapacitados.
Según el espíritu de esta ley nacional, estos accesos son para peatones discapacitados e imposibilitados de trepar el cordón de la vereda. ¡No son para sillas de ruedas que deben circular por un espacio delimitado en la calle!
En consecuencia, si un discapacitado no puede trepar el cordón, ¿qué le hace presumir a las autoridades comunales que sí podrá hacerlo sobre una rampa en plano inclinado?
Es por eso que en toda ciudad que se precie de tal, estas rampas están flanqueadas por pasamanos que permiten al discapacitado mantener su equilibrio (y, consecuentemente con ello, impiden a ciclistas y motociclistas el fácil acceso a las veredas).
Aun así, en nuestra ciudad estas rampas carecen por completo de sentido toda vez que sus usuarios acceden a veredas a las que cada propietario les ha dado un nivel diferente de acuerdo a sus necesidades y conveniencias. Ej.: desnivel para evitar inundaciones, plano inclinado para salida de vehículos, etc. Lo cual es posible merced a la negligencia de las autoridades que inspeccionan. Así, Villa Mercedes es una ciudad inhóspita.
Peor aún, hay un desnivel natural en las veredas, producido por un arbolado de crecimiento anárquico facilitado por las ordenanzas municipales, cuyas raíces están destruyéndolas.
El costo que este sistema pergeñado por fundamentalistas de una ecología mal entendida y sin criterio científico o lógico, amenaza la economía de los contribuyentes y el Municipio por las siguientes causas: 1) La altura de los árboles excede largamente la de las viviendas y las ramas (que no se cortan) se extienden sobre los techos, tapando con hojas secas los desagües y facilitando filtraciones en días de lluvia. 2) El crecimiento descontrolado produce cortes de cables eléctricos y de TV, con el consecuente costo de reparación. 3) El riesgo que árboles de estas dimensiones representan para viviendas, instalaciones eléctricas y vidas humanas en caso de caídas durante tormentas fuertes que ya son propias de esta zona.

Vehículos:
Circulan por nuestras calles vehículos de todo porte, con total anarquía en lo referente a velocidad, revisión técnica, horarios permitidos de acuerdo a su tamaño, condiciones de circulación, disposición de las cargas que transportan, lugares donde estacionan, etc., poniendo en riesgo y cobrando vidas. Esto no es especulativo ni argumentativo. Está probado por la enorme cantidad de accidentes diarios, algunos de ellos luctuosos. Ej.:

Ciclomotores sin patentes. No puede elaborarse una estadística seria basada en el número de documento del conductor sino en la reincidencia de infracciones por vehículo. (Aunque esto es discutible).

Automóviles sin chapa patente ¿?
En nuestra ciudad, la Revisión Técnica Obligatoria no solamente no es obligatoria sino que directamente no existe y, en consecuencia, circulan vehículos que no deberían hacerlo por sus condiciones mecánicas que unidas a la falta de seguro, pone en riesgo la vida y el patrimonio económico de su dueño y de los demás conductores.

Contaminación ambiental:
La proliferación de vehículos que no están en condiciones de circular por su mal funcionamiento y emiten gases (entre otras cosas) produciendo contaminación ambiental que se suma a los ya conocidos malos olores que se desprenden de la circulación de cargas orgánicas y químicas tóxicas por calles principales y diferentes centros de producción con el consecuente desprendimiento de esporas nocivas, atentando contra la salud de niños y adultos y deteriorando la calidad de vida de los habitantes en su conjunto.

Contaminación sonora o auditiva:
Nuestra ciudad cuenta con medios de comunicación más que suficientes. Abundan los medios gráficos, radiales y televisión además de los nuevos medios digitales por Internet.
¿Qué sentido tiene autorizar la publicidad callejera con volumen descontrolado (caso de los boliches bailables) como si esta fuera una población rural?
¿No se tiene en cuenta la polución auditiva que produce daños a la salud porque es generadora de stress, entre otras cosas, invade la tranquilidad de los domicilios y comercios, imposibilita la concentración en bibliotecas, escuelas, estudios profesionales y, por sobre todo afecta a los enfermos tanto domiciliarios como internados en centros de salud.
Agreguémosle a esto la circulación de motos y otros vehículos con escape libre y tenemos un completo panorama de una ciudad agresiva.

El estacionamiento:
Creo que con el correr del tiempo, ha quedado muy en claro que el cobro de estacionamiento medido no ha contribuido al ordenamiento del tránsito y mucho menos como recurso económico.
La desidia de las autoridades y el incumplimiento de los controles, ha llevado al estacionamiento en ambas manos y hasta en doble fila. La colocación por parte de taxistas de señales en medio de la calle y taxistas y remiseros que estacionan en cualquier parte para subir o bajar pasajeros, contribuyen a la confusión general y potencian el riesgo de accidentes en la vía pública.
Los conductores paran en cualquier parte. Hemos visto toda suerte de vehículos y hasta patrulleros estacionados sobre la senda peatonal y los peatones cruzan por cualquier parte aumentando el riesgo de accidentes y alimentando las estadísticas.
Parece mentira que habiendo tantos agentes públicos (incluidos o permanentes) no tengamos personal para controlar el correcto estacionamiento y el cumplimiento de las ordenanzas municipales y aleccionar a los peatones. Al menos ese sería un trabajo decente ya que la seguridad comunitaria con sus mediadores y supervisores incluidos, brillan por su inoperancia.

La reglas de Tránsito:
Cada vez que se habla de las reglas de tránsito, las autoridades deciden tirar la pelota fuera de la cancha y se repite una actitud que es un clásico : “Vamos a imponer en las escuelas un plan de educación vial, para que desde niños los ciudadanos aprendan las leyes de tránsito”.
Pero pasará más de una década hasta que esos niños, convertidos en ciudadanos hábiles y responsables para conducir circulen por las calles a bordo de un vehículo.
Mientras tanto ¿qué hacemos con los adultos que ignoran o no respetan estas leyes?
Se han probado, sin resultado positivo alguno, todo tipo de estrategias tendientes a revertir esto.
¿No será hora de imponer castigo a las infracciones, con severas multas, inhabilitación para conducir y hasta secuestro del vehículo a los reincidentes?
Las sendas peatonales no pueden ser ocupadas por vehículos.
Debe haber espacios para bicicletas y motos.
No se puede conducir a cualquier velocidad.
No se puede conducir hablando con celular, especialmente quienes transportan pasajeros y transportes escolares..
No se puede circular sin seguro.

Otro capítulo aparte lo constituye la inseguridad de los ciudadanos, en las calles y en sus propias viviendas ante la agresión por parte de delincuentes que obran a cualquier hora y con total impunidad.

Señor secretario: Esta ciudad se hizo grande no solamente por la intervención de la iniciativa privada, sino también por la calidad de sus instituciones y la dedicación de sus autoridades a ejercer el contralor irrestricto del cumplimiento de leyes y ordenanzas, evitando las contravenciones que siempre afectan a la economía y resienten la calidad de vida de cualquier comunidad.
El aspecto edilicio, el ordenamiento vehicular, un tránsito vial correcto, el cuidado de los espacios públicos, el cumplimiento de leyes y ordenanzas, el respeto hacia los demás, la ausencia de carteles groseros y publicidades pegadas en árboles o pintadas sobre paredes y frentes de viviendas y los controles que las autoridades imponen sobre la contaminación visual y auditiva, son elementos esenciales que hacen a la imagen de una ciudad, que atrae a visitantes y decide a quienes quieren radicarse para producir.

Me pregunto si temas como éstos están presentes en las discusiones por el Planeamiento Estratégico.

Agradezco su atención y saludo a usted atentamente.

Virgilio J. Sánchez – LE 6.817309 – Av. 25 de Mayo 912 – Ciudad
Vjs912@gmail.com